La cocina mediterránea es una de las más admiradas del mundo. Pero no por casualidad. Lo es por su respeto al producto, por su equilibrio natural, por esa capacidad que tiene de unir tierra y mar en cada plato. En Finca Santa Luzia, rendimos homenaje a esa herencia desde la técnica, el detalle y la sensibilidad. Lo nuestro es alta cocina mediterránea: una propuesta donde la tradición se reinterpreta y se presenta con alma contemporánea.

De la huerta y el mar a la mesa, con respeto absoluto

Nuestra cocina se basa en lo esencial: producto de temporada, técnica depurada y creatividad sin artificios. Cada plato nace del mercado, evoluciona en la cocina y se transforma en una experiencia en sala. Aquí, el producto no se esconde. Se presenta con orgullo.

¿Ejemplos? El arroz de gamba roja de Dénia con alioli suave de azafrán, un plato que equilibra el fondo marino con el perfume de la especia más noble. O el gazpacho de cereza con queso feta y pistacho, una interpretación fresca, ácida y colorida de un clásico del verano.

Tradición reinterpretada con técnica de autor

Nos gusta mirar atrás para avanzar. Por eso reinterpretamos recetas clásicas con mirada actual. El canelón de ternera guisada con setas y foie es pura memoria cocinada a fuego lento, con una presentación refinada. La costilla de ternera con salsa barbacoa y maíz asado se cocina al Josper, técnica que aporta profundidad y textura inigualables sin enmascarar el sabor.

Incluso en los entrantes hay juego e inteligencia culinaria: desde las ensaladillas artesanas hasta el tiradito de lubina con ají amarillo, todo se elabora con mimo y una intención clara: emocionar.

Una carta viva que se adapta a cada estación

En Finca Santa Luzia la carta cambia según el tiempo, la luz, el clima, los productos. Es una cocina viva, que se adapta y evoluciona. En agosto, los sabores se aligeran, predominan los ácidos, los frescos, los crujientes. En otoño, aparecen setas, fondos más intensos y cocciones largas.

Esto es posible gracias a un equipo comprometido con el producto, con el detalle, con la evolución constante. Porque la alta cocina no es solo estética: es decisión, coherencia y honestidad en cada paso.

La puesta en escena: porque comer también es mirar

En la alta cocina, el plato es solo una parte del todo. En Finca Santa Luzia cuidamos el emplatado, la vajilla, la armonía cromática. Cada elemento suma. No se trata de hacer bonito, se trata de transmitir. Que el comensal intuya, incluso antes de probar, que algo especial está por suceder.

Nuestro entorno acompaña: el jardín mediterráneo, las mesas al aire libre, la luz natural filtrada entre árboles, la calma del lugar. Aquí todo invita a comer despacio, con los cinco sentidos.

Postres con carácter: dulces que cierran con fuerza

La experiencia no se detiene con el plato principal. En nuestra carta de postres, la técnica y la creatividad continúan. La milhojas de pasta filo con crema de vainilla, sorbete de lichis y crumble de pistacho es un ejemplo de ligereza elegante. Y la nube de chocolate estilo “tarta de la abuela” combina nostalgia y vanguardia en un mismo bocado.

Una experiencia gastronómica con sello propio

En Finca Santa Luzia no hablamos de platos: hablamos de historias. Cada elaboración parte de una idea, un recuerdo, una inspiración. Eso es lo que convierte nuestra propuesta en alta cocina mediterránea con identidad. Una cocina que no necesita estridencias, porque lo dice todo con sabor.

¿Quieres vivirla?

Descubre más sobre nuestra filosofía culinaria en la web o reserva tu mesa directamente aquí. También puedes consultar cómo llegar a nuestra finca en Sant Joan d’Alacant.

La alta cocina mediterránea no está en el centro de las ciudades. Está en lugares como este, donde cada comida se convierte en recuerdo. Te esperamos.